“[…] Durante los años cincuenta mucha gente, sobre todo en los cada vez más prósperos países “desarrollados”, se dio cuenta de que los tiempos habían mejorado de forma notable, sobre todo si sus recuerdos se remontaban a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial […] Ahora al ciudadano medio de esos países le era posible vivir como solo los muy ricos habían vivido en tiempo de sus padres, con la natural diferencia de que la mecanización había sustituido a los sirvientes […]”
Eric Hobsbawm: Historia del siglo XX.
1914-1991, BARCELONA
Concepto: Constituyó un período de esplendor, donde la economía mundial creció a un ritmo verdaderamente asombroso, generando cambios en la calidad de vida de las grandes masas, que accedieron por primera vez a productos antes reservados a una minoría.
Los países desarrollados
Este término que el historiador E. Hobsbawm sugiere para designar el período comprendido entre 1950 y 1973 y que se caracterizó por tres aspectos fundamentales:
· El predominio económico de EUA en el mundo capitalista;
· La expansión de un período de gran prosperidad y bienestar general en la mayor parte de Europa Occidental (lo que los franceses llamaron los “treinta años gloriosos” y los anglosajones “edad de oro”);
· La expansión del comercio, libertad de movimiento de capitales y estabilidad cambiaria.
Los países desarrollados y el modelo keynesiano
En los países capitalistas desarrollados, la tendencia general de las políticas económicas siguió el modelo keynesiano, que condujo a un nuevo esquema dentro del capitalismo europeo. Señaló el origen definitivo del Estado de bienestar (Welfare State). En este sistema, el Estado asumió buena parte de los costos de producción de la mano de obra y del gasto social mediante la expansión del gasto público.
La práctica del modelo keynesiano se materializó a través de los siguientes puntos:
· El Estado incrementó sus actividad como administrador e impulsó la inversión y la producción. Se llevaron a cabo diversas nacionalizaciones que subordinaron ciertos sectores económicos considerados estratégicos al control del Estado. En Francia se nacionalizaron el sistema bancario, la producción energética y los medios de información. En Gran Bretaña afectó además la electricidad, la explotación de la hulla, las comunicaciones y la siderurgia. En Italia emergió lo que podría llamarse un capitalismo de Estado, caracterizado por la utilización de dineros públicos para crear holding financieros.
· El Estado se implicó profundamente en el desarrollo social, hasta crear plataformas adecuadas para la instauración de un sólido tejido de seguridad social generalizada. De esta manera, las partidas dedicadas al gasto social en los presupuestos estatales se fueron incrementando progresivamente desde la segunda posguerra. Dentro de las reformas sociales se destacó la consolidación de los derechos sindicales. Se puso en práctica la negociación colectiva entre sindicatos y empresarios. Así, los sindicatos quedaron ligados a la gestión empresarial e integrados en la trama institucional, y se facilitó la resolución pacífica de los conflictos.
· El Estado se implicó en la redistribución de la riqueza. Esto fue posible gracias al crecimiento económico general y a los regímenes fiscales progresivos, que implicaron mayor retención de impuestos cuanto más elevadas fuesen las rentas personales. Así se consiguió un aumento de la recaudación fiscal. La redistribución de esta riqueza se hizo a través de inversiones en educación, salud, fondo de pensiones, etcétera. El resultado de estas políticas fue la generalización, en Europa occidental, de las sociedades de las clases medias y de la idea de ciudadanía social.
El Estado de bienestar
“Un Estado de bienestar es aquel en el que el poder organizado es usado deliberadamente (mediante la política y la administración) con el objetivo de modificar el juego de las fuerzas del mercado en, al menos, tres direcciones. La primera de todas, garantizar a los individuos y las familias una renta mínima, independiente del valor de mercado de su riqueza; en segundo lugar, reducir el grado de inseguridad, poner a individuos y familias en condiciones de hacer frente a ciertas “contingencias” (por ejemplo, la enfermedad, la vejez y el desempleo) que conducirían ciertamente a crisis individuales y familiares; en tercer lugar, asegurar que les sean ofrecidos a todos los ciudadanos, sin distinción de clase o posición social, los mejores niveles entre una gama establecida de servicios sociales.”
A. BRIGGS: The Welfare State in Historical Perspective, 1961.
Desarrollo comercial y financiero del mundo desarrollado
Otro factor que promovió el crecimiento económico, tanto en Japón como en Estados Unidos, fue el impresionante desarrollo del comercio de productos industriales entre los países desarrollados, que se multiplicó por diez en veinte años. En 1975 los Siete Grandes del capitalismo (Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Japón e Italia) poseían el 75% de los automóviles del mundo y una proporción algo similar de teléfonos. Esto implicó un cambio en las relaciones del comercio internacional. El <<comercio interindustrial», es decir el que intercambiaba materias primas -generalmente producidas por países del hemisferio sur- por productos industriales de países del norte, fue sustituido por el «comercio intraindustrial> que intercambiaba bienes del mismo sector productivo (especialmente la industria). El resultado fue el incremento del comercio entre países con estructuras económicas similares. Es decir, se diseñaron flujos de intercambio norte-norte, sur-sur, aumentando el contraste entre los países ricos del norte y los pobres del sur. Europa y
Por otra parte, la estabilidad financiera generada por el dólar y los organismos internacionales, como el FMI y el BM, y la libertad del movimiento de capitales llevó en esta etapa a un desarrollo sin precedentes.
La enorme expansión económica se vio alimentada por una importante oferta de mano de obra. En un comienzo, debido a la desocupación generada al finalizar la guerra; pero, una vez iniciado el proceso de recuperación, la oferta provino de las migraciones del campo a la ciudad, buscando trabajo en las nuevas fábricas, y de poblaciones del sur de Europa: España, Portugal, sur de Italia, Grecia y países de África y Turquía. Fueron trabajadores poco califica dos realizaron los trabajos más duros. Se calcula que entre 1946 y que 1961 emigraron hacia los grandes centros industriales alrededor de nueve millones de personas. Se trató de una verdadera revolución urbana.
En este período se registró un hecho singular: el crecimiento económico superó el crecimiento demográfico. Este simple hecho llevó al aumento natural de los salarios y al pleno empleo. Si además lo unimos a las políticas de Estado de beneficio social (jubilaciones, seguro por desempleo, asistencia médica, etcétera), tenemos una sociedad que se acostumbró al consumo y al bienestar, por lo que continuó con una baja tasa de natalidad, generando una población envejecida (situación que aún hoy se mantiene). Se da de esta manera una circunstancia paradojal: por un lado, necesitan de la inmigración que realiza trabajos poco calificados, que los nacionales no están dispuestos a ejecutar, y, por otro lado, se practican políticas xenófobas, en particular en los períodos de crisis, por ejemplo, durante los años posteriores a 1973.
ACTIVIDAD
¿Cuáles son las características del mundo desarrollado?
Averigua quién fue John Meynard Keynes y cuáles fueron sus principales ideas.
¿A qué se refería este con "Estado de Bienestar"?
Busca el siguiente concepto: subsidio. Explícalo con un ejemplo.