En 1958, después de más de noventa años de gobiernos colorados, los blancos accedieron al poder. Sin embargo, el cambio principal no tuvo que ver con la rotación de partidos, sino con la vuelta de una economía desregulada (liberalismo), que dio un giro radical a treinta años de política económica.
Avance de la crisis
Hacia mediados de la década, por distintos motivos, el descontento había ganado a sectores sociales muy diversos. Muchos ganaderos, que se sentían los más perjudicados por la política neobatllista, especulaban reteniendo la lana para exportación o contrabandeaban ganado para obtener mejores precios. La mayoría de las fábricas, privados de los subsidios estatales, disminuyeron las compras de maquinarias e insumos, redujeron su actividad y despidieron trabajadores.
A medida que decrecían las exportaciones e ingresaban menos divisas (dólares), el Estado debió acudir a sus ahorros (reservas) para hacer frente a sus gastos. Las compras al exterior decrecieron y los productos nacionales comenzaron a escasear debido al descenso de la actividad manufacturera.
Benito Nardone
Los blancos en el gobierno
En parte como respuesta a este estado de cosas, una amplia mayoría de electorado se volcó al Partido Nacional en las elecciones de 1958. En esta victoria tuvo su aporte un personaje ajeno a la vida política: Benito Nardone, también conocido como Chico-Tazo. Desde la militancia gremial y haciendo uso del poder de la radio, Nardone aprovechó el malestar de pequeños y medianos productores, acentuando la posición entre campo y ciudad y, dentro del sector rural, la de “botudos” y “galerudos”. Según su clasificación, los “botudos”, modestos propietarios y trabajadores, generaban la riqueza nacional pero no tenían voz ni siquiera en las gremiales del sector, como la A.R.U. (Asociación Rural del Uruguay) o la Federación Rural, dominadas por los grandes estancieros que los despreciaban: “los galerudos”. Luis Alberto de Herrera, el tradicional caudillo blanco, planteó una alianza estratégica al nuevo líder, que llegó a convencer a un gran porcentaje de la población. Sin embargo, una vez en el poder, los blancos mostraron no tener la solidez anunciada en la campaña. Divisiones internas, agravadas por la casi inmediata muerte de Herrera, produjeron nuevos reagrupamientos e hicieron difícil el ejercicio del gobierno.
La reforma liberal
El ministro de Hacienda Juan Eduardo Azzini fue el responsable del cambio en la política económica que el país venía sosteniendo desde hacía décadas. A fines de 1959, atendiendo a los reclamos del sector agropecuario, el ministro propuso una reforma cambiaria y monetaria que beneficiaba directamente a los ganaderos. Ya no existiría un dólar para la industria y otro para el ciudadano común. Esto permitía que las fábricas compraran insumos para la producción mucho más baratos. La industria dejó de ser subsidiada y se precipitó la crisis que padecía. La reducción del poder adquisitivo de la población, golpeada doblemente por la el aumento del dólar y la escasez de productos, agravó los problemas que tenía la economía nacional. En la visión del gobierno, el Estado no debía intervenir en las actividades económicas, subsidiando empresas a punto de quebrar o favoreciéndolas con la reducción de impuestos, por lo que ya no favorecía la actividad de los industriales. A pesar de todos estos cambios, las exportaciones se mantuvieron estancadas y los gastos del Estados no lograron bajarse. Una de las medidas necesarias era reducir el número de empleados públicos, un precio que ningún partido político estaba dispuesto a pagar.
Como consecuencia de estos problemas, llegó un punto en el que el Estado no tenía dinero para hacer frente al pago de salarios a los empleados públicos, jubilaciones y pensiones. Es así como debe hacer uso de un préstamo, otorgado por el F. M. I. (Fondo Monetario Internacional). El país comenzaba a endeudarse.
Luis Alberto de Herrera
Los inicios de una década compleja
Las acciones del Colegiado blanco no lograron resolver los problemas del país. De todas formas, ganaron nuevamente en las elecciones de 1962. Durante el período, se intentaron nuevas soluciones a la crisis, pero ninguno de los proyectos contó con el respaldo necesario. Se encargó un estudio sobre la realidad nacional. La comisión que debía investigar la realidad del país, presentó en 1963 un voluminoso informe con un exhaustivo estudio de la economía, donde llegaba a la conclusión de que los problemas de Uruguay se debían a causas estructurales. Por ejemplo, se sostenía que en el agro, el régimen de tenencia de la tierra –polarizado en latifundio y minifundio- y el atraso tecnológico, conspiraban contra la productividad. La industria debía renovarse y financiar la actualización de equipos para ser competitiva a nivel internacional. Para ello debía abrirse el país a la inversión extranjera, siempre y cuando esta se destinara a la producción y no a cubrir las deudas que tenía el país.
Actividad
1. ¿A qué se refiere el texto con un viraje hacia el liberalismo?
2. Señale los factores que llevaron al Uruguay a un período de crisis. ¿Son internos o externos?
3. ¿Qué sectores de la economía del Uruguay apoyaron al gobierno blanco y sus medidas?
4. Averigua qué es el F.M.I.
Oscar Gestido
Los años 60’ en Uruguay. La crisis no encontraba la contención del gobierno y el país entró en un proceso de inestabilidad cuyo fin era imposible de avizorar entonces. Una vez más apareció la reforma constitucional como una posible salida a la caótica situación.
Rumbos inciertos.
Muchos sectores creyeron que la dificultad del gobierno para tomar decisiones se debía al sistema Colegiado. Confiaban en que un Ejecutivo unipersonal contaría con las manos libres para actuar. Para ello se propusieron varios proyectos de reforma constitucional, entre los que triunfó la “reforma naranja”, plebiscitada en las elecciones nacionales de 1966, en las que ganó con amplitud el Partido Colorado. El nuevo presidente, general (r) Oscar Gestido, integró su gabinete con diversas corrientes del coloradismo para contar con respaldo político, pero no consiguió imprimir coherencia a su gestión. Tres elencos ministeriales sucesivos, con orientaciones económicas diferentes, confirmaron la debilidad del proyecto. Tampoco la oposición nacionalista pudo concretar una propuesta común y las nuevas agrupaciones de izquierda no tenían peso. El Estado, antes árbitro de la vida pública, quedaba sujeto a los vaivenes y contradictorias presiones sociales.
La pugna de intereses
La sociedad no logró consensos y tampoco hubo grupos o clases que impusieran su proyecto. En su lugar, sectores con aspiraciones antagónicas reclamaban soluciones particulares. Las movilizaciones sindicales ganaron la calle, en tanto las patronales criticaban la ausencia de una política económica. Finalmente, Gestido optó por reprimir con rudeza la protesta social haciendo uso de las medidas prontas de seguridad, una herramienta de excepción que permite a la Constitución en casos de conmoción interna. Desde el punto de vista económico, la inflación descontrolada lo inclinó a seguir las sugerencias del FMI. Era evidente que el Estado había perdido su capacidad como articulador de intereses y la “sociedad integrada” mostraba sus fisuras. Por añadidura, un movimiento guerrillero urbano -el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros o MLN-T- se proclamó partidario de la lucha armada para cambiar la sociedad. Las primeras acciones del MLN-T fueron denuncias de corrupción en los sectores empresariales y políticos y generaron simpatía en la población. Pero más tarde, la realización de secuestros y otros hechos de violencia agregaron rechazo e inseguridad.
“El hombre fuerte”
En estas circunstancias ocurrió la muerte de Gestido, en diciembre de 1967. El vicepresidente Jorge Pacheco Areco asumió la presidencia. Desde el principio marcó una política firme, integrando un gabinete con empresarios. Esto era inédito en Uruguay, donde las corporaciones patronales incidían en la política sin intervenir directamente en el gobierno. El gabinete empresarial desarrolló una línea económica fundamentalmente en beneficio de sus intereses. Se creó la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos (COPRIN), que congelaba precios y salarios con el objetivo de contener la inflación. Pero si bien se logró el objetivo en salarios, no hubo éxito en la congelación de precios. Algunos rubros como la lana, la carne y las tasas bancarias quedaron exentos de la reglamentación, favoreciendo a banqueros y exportadores. El nuevo gobierno y sus apoyos sociales se liberaron de las ataduras partidarias. El sistema de partidos se desvanecía frente a un hombre que actuaba por encima de ellos y de las instituciones.
CONSTITUCIÓN DE 1967 Poder Ejecutivo: presidente de la República, no reelegible. Se extendió su mandato de 4 a 5 años. Facultades ampliadas en el orden económico, financiero, administrativo y co-legislativo. Poder legislativo: su mandato se amplió a 5 años. Creación de la Oficina de Planeamiento (OPP) y Presupuesto, el Banco Central y el Banco de Previsión Social (BPS).
El MLN-T. “Por las condiciones del país, por la situación del continente, por la expectativa creada a nuestro alrededor, se trata de pasar a una etapa superior de lucha, que en nuestro caso es la instalación del foco armado operante, al menor plazo posible...” DOCUMENTO N°1 del MLN-T, enero de 1968 (fragmento)
Las Medidas Prontas de Seguridad.
“Tomar medidas de pronta seguridad en los casos graves e imprevistos de ataque exterior o conmoción interior, dando cuenta dentro de las veinticuatro horas a la Asamblea General. En cuanto a las personas, las medidas prontas de seguridad solo autorizan a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro del territorio, siempre que no optasen por salir de él. También esta medida, como las otras, deberá someterse dentro de las veinticuatro horas a la Asamblea General. El arresto no podrá efectuarse en locales destinados a la reclusión de delincuentes”. ARTÍCULO 168 DE LA CONSTITUCIÓN
La muerte del Estado árbitro.
La política distributiva y el sistema de partidos que venían gestándose desde la época de José Batlle y Ordóñez sufrieron en este período su golpe de gracia. Esto se debió en gran parte a la creciente influencia directa de los grupos de poder en el gobierno y al personalismo de Pacheco.
Reacción de los sindicatos ante el decreto de congelación de precios y salarios.
“El viernes 28 de junio de 1968 se dictó un decreto que falsamente se presentó como de ‘estabilización de precios y salarios’. En realidad, es un decreto que únicamente congela los salarios y sueldos desde el 26 de junio de 1968, quitándole a los trabajadores los aumentos posteriores a esa fecha, pero no congela, ningún precio...” SECRETARIADO EJECUTIVO DE LA CNT, semanario Marcha, junio de 1968.
Jorge Pacheco Areco
De antigua familia colorada, cursó estudios incompletos de Derecho, practicó boxeo, enseñó idioma español en un colegio privado, trabajó en El Día y en 1962 ocupó una banca de diputados donde se hizo conocer por su silencio. Cuando a la muerte de Gestido asumió el poder, necesitó “construir una imagen propia de la cual carecía al momento de acceder a la presidencia y desarticular las relaciones políticas existentes y rearticularlas en torno a su propia persona. A esos efectos, y tomando como núcleo central de su identidad política el enfrentamiento con los Tupamaros, Pacheco constituyó un discurso populista y autoritario centrado en su propia figura y en contraposición a los demás actores de la formación política uruguaya”. FRANCISCO PANIZZA, Uruguay, batllismo y después. El gabinete empresarial. “Seis empresarios integraron el gabinete de Pacheco a partir de 1968. La izquierda, indignada, interpretó que ‘la oligarquía se desprende de sus intermediarios, de los políticos corruptos que ella misma ha contribuido a desprestigiar con su prédica y su agarra la manija de la conducción gubernamental directamente..’.” GERARDO CAETANO y JOSÉ RILA, Historia contemporánea del Uruguay.
Jorge Pacheco Areco
Liber Seregni
Entre 1969 y 1971, Uruguay mantuvo las formas institucionales y legales, pero, en la práctica, acciones y procesos corroían la democracia.
La ley y el orden
El argumento del orden fue ganando espacio frente a la obligación del Estado de garantizar los derechos de los individuos. Las MPS se transformaron en un recurso permanente. También se hizo corriente el gobierno por decreto o a través de leyes de urgencia, que mostraban la creciente presión, cuando no el desconocimiento, del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo. En el Partido Nacional, algunos estaban de acuerdo con la mano dura del presidente; otros, como el sector de Wilson Ferreira Aldunate, alertaban contra la creciente concentración de poderes en el Ejecutivo. Entre los propios colorados había quienes discrepaban con Pacheco, varios ministros renunciaron y algunos comenzaron a acercarse a los sectores de izquierda, que también buscaban alinearse contra la escalada autoritaria.
La formación del Frente Amplio
La experiencia de la unificación sindical dada en la primera mitad de la década fue un antecedente importante para el acercamiento de distintos grupos de izquierda, a los que se sumaron el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y facciones blancas y coloradas escindidas de sus grupos. En 1970, distintas organizaciones políticas y ciudadanos independientes dieron a conocer el Manifiesto del 7 de octubre, convocando a la formación de un amplio bloque opositor. Este se concretó formalmente el 5 de febrero de 1971, con el nombre de Frente Amplio (FA), aunque se presentó a las elecciones bajo el lema del PDC, según lo exigía la normativa electoral. Desde el punto de vista de su organización, el FA no era un partido político sino una coalición de partidos, a la que se agregaban ciudadanos independientes; esto le daba el carácter de un movimiento. Tanto los partidos como los militantes independientes tenían representación en los órganos de base, los comités de base y los de dirección, conformando un modelo partidista inédito en el país. El 26 de marzo, el Frente Amplio realizó su primer acto público, en la explanada de la Intendencia de Montevideo. La convocatoria masiva de la nueva fuerza sorprendió a muchos, pero en realidad no era solo fruto de las alianzas concretadas en los meses previos, sino el resultado de un proceso largo de acumulación de voluntades contra la política pachequista.
1. Mencionar los principales cambios impulsados por la Constitución de 1967
2. Enumerar cuáles fueron los principales desafíos del gobierno nacional.
3. ¿Por qué se conoció a Pacheco como “el hombre fuerte”? ¿Qué medidas le valieron tal epíteto?
4. ¿Qué opinaba la CNT sobre las medidas del COPRIN?
5. ¿Por qué el FA era un movimiento político inédito en el Uruguay?