Podemos definir este término como el período que abarca los siglos XVII y XVIII en Europa, gobernada por Monarquías absolutas de Derecho Divino, y un sistema económico denominado Mercantilismo, basado en el comercio a partir de las ganancias provenientes de la acumulación de metales preciosos (oro y plata).
Aspectos económicos
En gran parte de Europa, las técnicas agrícolas seguían siendo rudimentarias y los abonos, insuficientes.
Esto provocaba que la productividad fuese muy baja. Bastaba una mala cosecha para causar hambrunas en la población.
El suelo se desgastaba rápidamente, producto de la NO rotación de los cultivos y del monocultivo de cereales.
El Mercantilismo
• El nombre refiere a la importancia del comercio como motor de la economía.
• El Estado era más rico cuantos más metales preciosos tenían a través de este.
• Esta política requería aumentar las exportaciones y reducir las importaciones (balanza favorable).
• España era el mayor proveedor de metales de Europa. ¿De dónde lo obtenía?
Aspectos políticos
• Gran parte de las monarquías europeas del siglo XVII fueron absolutas. Esto quiere decir que el Estado, representado por el rey, fue ampliando su poder sobre la sociedad y el territorio.
• El ejemplo más claro se dio en Francia, con Luis XIV (1661-1715), quien suprimió el poder de la Iglesia y parte de la aristocracia francesa haciéndose de todo el poder.
Luis XIV de Francia
Monarquía de derecho divino
• Se fundamentó en una teoría expresada por distintos pensadores, como Jacques Bossuet.
• El argumento: el poder de los soberanos provenía de Dios, estaba por encima de todos los mortales y solo debían dar cuentas a este de sus actos.
• La voluntad del rey era suficiente para promulgar órdenes y leyes, y sus decisiones no podían ser cuestionadas.
Aspectos Sociales
La nobleza gozaba de grandes privilegios, pero no era igual un “príncipe de sangre”, cercano al rey, que un noble de provincia. En general, todos los aristócratas poseían tierras, pero algunos tenían títulos o dignidades que les permitían difrutar de mayor consideración social.
En el clero pasaba otro tanto: los obispos y abades administraban las propiedades de la Iglesia y estaban cerca del poder, mientras los curas rurales vivían a veces tan pobremente como sus fieles. Sin embargo, pertenecer a la Iglesia les permitía a todos gozar de iguales ventajas.
El resto de la población era un conjunto muy heterogéneo que incluía a los comerciantes y hombres de negocios, a loas altos funcionarios del gobierno y a algunos campesinos que -en países como Inglaterra- habían logrado enriquecerse. Pero también pertenecían a este grupo otros campesinos, que eran la mayoría de la población, tanto los que tenían un poco de tierra como los que arrendaban o trabajaban a jornal. Además, formaban parte de este conjunto los pequeños comerciantes y artesanos, los trabajadores urbanos y hasta los mendigos. En Francia, este grupo se llamaba “tercer estado”; allí podían encontrarse las situaciones más diversas. Aunque la riqueza marcaba grandes diferencias entre ellos, todos tenían en común el vivir de su trabajo y pagar impuestos. Los menos favorecidos en esta sociedad tan desigual era los mendigos y los vagabundos, cuyo número era muy elevado en todos los países.
El carácter divino de la monarquía
“Dios establece a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos sobre los pueblos. […] Por esto, el trono real no es el trono de un hombre sino el trono de Dios mismo. Así, la persona de los reyes es sagrada y atentar contra ellos es un sacrilegio. Se debe obedecer a los príncipes por principio de religión y conciencia. El servicio de Dios y el respeto por los reyes son cosas unidas. […] Dios ha puesto en los reyes algo divino”.
Obispo J. BOSSUET, Discurso sobre la historia universal, siglo XVII.
3) ¿Cuál es el argumento principal de esta forma de gobierno? Explícala con tus palabras.
El Mercantilismo, según el historiador Roland Mousnier
“Se trata, ante todo, de llevar a su apogeo la potencia del Estado, y, en consecuencia, los recursos de este, así como lograr un abastecimiento, independiente del extranjero, en armas, municiones, navíos, etc. Siendo el principal medio de cambio la moneda de metal precioso, ella es la que permite, ante todo, compara y vender, estimular al productor, desenvolver la economía […] La moneda de metal precioso es “la sangre de la economía”, la misma sangre del Estado”.
R. MOUSNIER, Historia general de las civilizaciones, 1967
4) Según palabras del historiador, para los políticos mercantilistas la moneda de metal precioso era “la sangre de la economía”. Explica por qué.