La Historia, como ya vimos, es la ciencia que estudia el pasado de la humanidad, por lo que conocer el origen de esta es uno de los temas más importantes y difíciles de abordar. ¿Por qué motivos? No existe acuerdo sobre cómo se originó la vida en el planeta, y mucho menos cómo los humanos llegaron a ser lo que son. ¿Somos producto de una evolución de formas más antiguas de vida? ¿Hemos sido creados por seres superiores? ¿Por qué los seres humanos son los más animales más evolucionados del planeta? Veamos algunas de las visiones que existen al respecto.
En el siglo XIX, tras analizar restos fósiles de muchos animales y compararlos con las especies que se conocían en su época, Darwin observó que ciertos rasgos continuaban más allá de los cambios. Algunas variaciones se afirmaban con el tiempo mientras otras desaparecían. En ciertos casos, los cambios eran tan importantes que ya no podía hablarse de la misma especie; sin embargo, se advertía la permanencia de algunas estructuras, como la espina dorsal en los animales vertebrados. En base a estas observaciones, Darwin dedujo que todas las especies existentes derivaban de otras que habían existido antes.
Todos los pueblos de la antigüedad tenían muy claro que los dioses habían creado todas las cosas que existían. El hombre era la obra más importante de esa creación, hechos a imagen y semejanza de ellos, con un propósito específico en la tierra. A continuación, veremos algunos documentos que nos confirman esta visión del mundo:
El Génesis. “Al principio creó Dios los cielos y la tierra […] Dijo Dios: Haya luz y hubo luz. […] Y vio Dios ser buena la luz y la separó de las tinieblas. […] Dijo luego: Júntese en un lugar las aguas de debajo de los cielos, y aparezca lo seco. […] Dijo luego: Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles frutales. […] Dijo luego Dios: Hiervan de animales las aguas y vuelen sobre la tierra aves […] Y creó Dios […] todos los animales […] según su especie. Díjose entonces Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza […] Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó y los creó Dios macho y hembra, y los bendijo Dios diciéndoles: Procread y multiplicaos”.
Génesis 1:1-28
¿Qué sostenía Charles Darwin sobre el origen de la especie humana?
Explica qué diferencias existen entre la "teoría de la evolución" y la "creación".
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Teoría de la evolución
En la segunda mitad del siglo XIX, el inglés Charles Darwin sacudió al mundo con su revolucionaria teoría de la evolución de las especies.
En opinión de los científicos, el universo se ha ido formando a través de una serie de transformaciones a lo largo de miles de millones de años. Nuestro planeta, un diminuto punto azul en medio de la inmensidad, también es el resultado de cambios continuos. Hace unos 3.900 millones de años aparecieron las primeras formas de vida gracias a la presencia de oxígeno en la atmósfera. A partir de entonces, las distintas especies de animales y de plantas se han modificado hasta constituir el mundo que vemos hoy… Y los cambios continuarán.
En el siglo XIX, tras analizar restos fósiles de muchos animales y compararlos con las especies que se conocían en su época, Darwin observó que ciertos rasgos continuaban más allá de los cambios. Algunas variaciones se afirmaban con el tiempo mientras otras desaparecían. En ciertos casos, los cambios eran tan importantes que ya no podía hablarse de la misma especie; sin embargo, se advertía la permanencia de algunas estructuras, como la espina dorsal en los animales vertebrados. En base a estas observaciones, Darwin dedujo que todas las especies existentes derivaban de otras que habían existido antes.
En sus obras “El Origen del hombre” y “La selección natural” provocó un verdadero escándalo. En esta obra Darwin aplicaba sus ideas al surgimiento de la especie humana. El hombre como miembro del reino animal, no era una excepción. Analizando las grandes semejanzas con otras especies, planteó que el ser humano estaba emparentado con los grandes monos africanos, como el gorila y el chimpancé, y que todos ellos compartían un antepasado común.
La sociedad de la época criticó ferozmente a Darwin y se burló de él; incluso aparecieron caricaturas en los diarios en que se lo representaba como un mono. Por otra parte, la mayoría de la gente entendió erróneamente sus ideas, como que el hombre descendía del mono; incluso muchas personas piensan así actualmente. Pero lo que Darwin dijo fue diferente.
Los pocos que intentaron comprender la teoría de la evolución hallaban que las diferencias entre el ser humano y el gorila o el chimpancé eran demasiado grandes para que ellos fueran nuestros “parientes” cercanos. Supusieron entonces que entre estos monos y el hombre debía haber un ejemplar intermedio que tuviera a la vez características simiescas y humanas. Algunos hallazgos realizados en esos años parecían confirmar esta hipótesis. Los científicos se lanzaron a buscar “el eslabón perdido”, figurándose la evolución como una cadena que llevaría desde los grandes monos antropoides hasta el hombre moderno.
Responde: ¿Cómo llegó Charles Darwin a la conclusión de que las especies existentes derivaban de otras que habían existido antes?
La creación
Todos los pueblos de la antigüedad tenían muy claro que los dioses habían creado todas las cosas que existían. El hombre era la obra más importante de esa creación, hechos a imagen y semejanza de ellos, con un propósito específico en la tierra. A continuación, veremos algunos documentos que nos confirman esta visión del mundo:
El Génesis. “Al principio creó Dios los cielos y la tierra […] Dijo Dios: Haya luz y hubo luz. […] Y vio Dios ser buena la luz y la separó de las tinieblas. […] Dijo luego: Júntese en un lugar las aguas de debajo de los cielos, y aparezca lo seco. […] Dijo luego: Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles frutales. […] Dijo luego Dios: Hiervan de animales las aguas y vuelen sobre la tierra aves […] Y creó Dios […] todos los animales […] según su especie. Díjose entonces Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza […] Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó y los creó Dios macho y hembra, y los bendijo Dios diciéndoles: Procread y multiplicaos”.
Génesis 1:1-28
La quinta edad. “los pueblos de México antiguo, como los teotihuacanos, creían en un dios supremos llamado el dios dual, señor y señora, madre de los dioses, padre de los dioses. En un primer desdoblamiento de su propia realidad, hizo nacer a sus cuatro hijos […] destruido el universo cuatro veces consecutivas por las pugnas de los dioses, se preocuparon estos por poner fin a tanta desgracia. Se reunieron entonces en Teotihuacán para dirimir sus envidias y dar principio a una nueva edad, la quinta de la serie de la que habían de nacer los hombres actuales. […] Trajeron para esto a la que llegaría a ser la diosa de la tierra […] Transformándose en serpientes dos de los dioses circundaron a la diosa de la tierra, apretándola con tal fuerza que la partieron en dos. De una de sus mitades nacieron la superficie de la tierra, y de la otra, la bóveda del cielo. […] Dispusieron los dioses que de ella nacieran todas las casas. De sus cabellos se originaron los árboles, las flores y las hierbas […]. De su boca nacieron los ríos y las cuevas muy grandes. [El dios] Quetzalcóatl, símbolo de la sabiduría divina, aceptó ir a la región de los muertos en pos de los huesos preciosos de los hombres de otras edades […] reúne los huesos de hombre y mujer […] sangra sobre ellos para comunicarles la vida”.
Responde: ¿Qué tienen en común ambos relatos? ¿Cuáles son sus diferencias?
Actividad:
Luego de haber trabajado las distintas posturas sobre "El Origen de la Humanidad", escribe qué piensas sobre el tema y fundamenta.