En el Estado Oriental la existencia de moneda, particularmente de las piezas de oro y plata, había sido relativamente escasa y su circulación había estado generalmente limitada a un reducido grupo de capitalistas -grandes terratenientes, comerciantes mayoristas, prestamistas-, quienes para mantener sus reservas metálicas, sin perder el control del mercado interno, acostumbraban emitir con sus firmas, que eran de general aceptación por el comercio minorista y el público, en virtud de la certeza de su convertibilidad. A su vez, se habían mostrado muy atentos ante toda emisión por el estado de papeles públicos, tales como los vales de Tesorería, temerosos de que, por este medio, pudieran ser desplazados de la privilegiada situación de ser, de hecho, los únicos detentadores del crédito y el manejo de la moneda en plaza. De ahí su permanente y ávida toma de dichos papeles públicos, en sucesivas bajas de cotización, y su utilización en los pagos al estado, que así veía revertir a sus arcas, depreciados, los propios papeles que había emitido para solucionar sus apremios y obtener crédito. Esta estrategia de riguroso “asedio financiero” al estado, de parte de ella que ya comenzaba a ser una fuerte oligarquía, se completaría por los citados préstamos y anticipos de fondos al Erario, garantizados con hipotecas sobre bienes públicos o por la entrega en administración directa a los prestamistas, de las propias oficinas recaudadoras.
Averigua qué significa los siguientes términos: hipoteca, oligarca, Erario.
¿A qué se hace referencia con el término "asedio financiero"?
Superadas las dificultades de la Guerra Grande, se haría evidente la necesidad de regularizar las actividades del crédito y la moneda. En 1853 se promovería en las Cámaras – a raíz de una propuesta de Fernando Menck- el debate de una ley bancaria. Las opiniones reflejarían dos tendencias: la conservadora, que aceptaba la emisión de billetes hasta el monto del encaje metálico, y la más liberal, que sostenía la ventaja de la emisión hasta el duplo o el triple del capital efectivo, siguiendo el ejemplo de la banca europea. La mayoría se inclinaba, además, a concebir la actividad bancaria como servicio vinculado a las finanzas del estado; pero no faltaban en la minoría quienes, como Juan José de Arteaga, Ambrosio Velazco y José Gabriel Palomeque, defendían, siguiendo la escuela escocesa, el derecho de todos los particulares a fundar bancos autorizados a emitir billetes de acuerdo con las respectivas reglamentaciones.
En definitiva, se sancionaría la ley de 15 de julio de 1854, por la que se autorizaba al Poder Ejecutivo para promover la fundación de un “Banco Nacional” de descuentos y depósitos y para emitir billetes convertibles hasta el duplo del capital. Fernando Menck y Carlos Navía presentaron, entonces, sendos proyectos de bancos, que, empero, no llegarían a cristalizar.
3) Respecto a la emisión de billetes. ¿Qué posturas existían en la época? Explica las características de cada una.
La actividad bancaria, sin embargo, se venía cumpliendo en forma habitual por la agencia establecida en Montevideo en 1850 por el citado Barón de Mauá, para administrar los subsidios que este verdadero pionero de las finanzas ibero-americanas había proporcionado al gobierno de “la Defensa”, fondos que luego se consolidarían en el respectivo tratado de 1851. Por entonces la personalidad de Mauá – prácticamente condenado sin apelación por una historiografía escrita bajo la presión tradicional de quienes fueron en su hora sus más enconados adversarios- se proyectaba en Brasil como una potencia creadora de las más importantes realizaciones del naciente capital nacional: organizaba compañías navieras, con barcos a vapor, para el tráfico del Amazonas; creaba compañías de servicios públicos, proporcionando agua potable y alumbrado a gas a Río de Janeiro; impulsaba la explotación de hierro y la industria siderúrgica con la fundición de Punta Arenas, y fundaba las primeras líneas férreas. Su actividad en el Río de la Plata correspondería a su proyecto, largamente acariciado, de unir el comercio de la cuenca con el Atlántico.
4) Observa los siguientes billetes. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentras respecto a los actuales?
5) ¿Quién era el "Varón de Mauá"? Averigua.
Este generoso programa de Mauá -el de integrar por el transporte y las comunicaciones la cuenca platense con el litoral brasileño de América del Sur y de desarrollar su economía por medio “de la industria del hierro, madre de las demás”- reconoce su origen en la honda huella que dejara en su espíritu la visión de Inglaterra en la etapa de su ascenso industrial y la filosofía social del conde de Saint Simón, fundada en la “moral industrial”, que consideraba el derecho a la propiedad como una función dinámica de la sociedad e imponía a los propietarios el deber de crear trabajo y llevar la producción al más alto nivel.
El 2 de julio de 1857 y bajo los auspicios del Dr. Andrés lamas, era autorizado legislativamente el funcionamiento del Banco Mauá, con un capital inicial de $ 1:200.000 que podría ser ampliado hasta $ 6:000.000; se le otorgaba la facultad de emitir billetes hasta el triple del fondo efectivo del banco, los que serían pagadores a la vista siempre que representaran un valor mínimo de una onza de oro sellado; la falta de convertibilidad de dichos billetes importaría la inmediata suspensión de las operaciones y la liquidación del banco.
Mauá habría de otorgar a su banco la función esencial de un instituto de fomento económico, apartándose también en este aspecto del liberalismo de su tiempo que afirmaba, siguiendo las ideas de Michel Chevalier, la absoluta libertad bancaria y la libre competencia de los bancos de emisión. Más que el tradicional sistema de recibir depósitos de capital a un 3% o 4% y prestarlo al 8% o 9%, ganando la diferencia una vez deducidos los gastos, Mauá impulsaba la política del crédito de habilitación industrial y de los negocios, afirmando, en sus instrucciones a la gerencia, que “si la empresa es clara” había que sostenerla “De firme, suscribiendo si es necesario todo el capital; si es peligroso o dudosa en su éxito, pero el propósito es bueno, hay que poner siempre algo” … Por esto únicamente era posible mientras lograra mantener la confianza en la emisión de billetes de su banco, en un medio decididamente contrario a apartarse de la moneda metálica detentada por los grupos dominantes, de directa vinculación con el comercio exterior regido por Inglaterra. Asimismo, vendría a cumplir la función de un verdadero Banco del Estado, como agente financiero de la Deuda Pública y por el anticipo de fondos al Erario, en cuenta corriente.
6) ¿Qué función le otorgaría Mauá a su Banco? ¿En qué aspecto se apartaría del liberalismo de su tiempo?
Con un criterio totalmente distinto, y siguiendo las directiva de la escuela escocesa, el grupo de capitalistas que constituían la llamada “Sociedad de Cambios” obtendría, el 23 de julio de 1857, la respectiva autorización legislativa para establecer un banco de emisión, depósitos y descuentos, con un capital inicial de $ 600.000 que podría elevarse hasta $ 2:000.000; la emisión no podría exceder del duplo del capital efectivo; los billetes debían ser convertibles “a la vista” o, en su defecto, se entraría en liquidación. Con el nombre de “Banco Comercial” el establecimiento abrió sus puertas al público el 15 de octubre de dicho año.
Las emisiones de estos primeros institutos bancarios irían progresivamente dando satisfacción a la demanda de circulante de la plaza. Pero, sin embargo, reinaba una gran confusión y anarquía en materia monetaria. “No obstante las leyes dictadas sobre acuñación de moneda y especialmente la que estableció normas para la creación de un régimen monetario promulgada durante la Guerra Grande, carecía el país de un signo de cambio propio”, afirma Montero Bustamante. “Si bien se mantenía la tradición española y portuguesa que imponía el uso del peso fuerte y el patacón, circulaban toda clase de monedas metálicas, una gran parte de ellas acuñadas en plata feble, piezas que, desde años atrás, venían desalojando del mercado la moneda sana”.
La ley del 23 de junio de 1862 establecería por primera vez un régimen monetario nacional bimetalista, fijando, como únicas unidades monetarias con poder liberatorio limitado, el peso de plata el doblón de oro. El primero con 25 grs. 480 miligramos y fino de 917 milésimos, se dividía en 100 centésimos y reemplazaría en la contabilidad al peso antiguo llamado “corriente”, de 800 centésimos o reis. El segundo, con 16 grs. 970 miligramos e igual fino, tendría el valor de diez pesos plata. La moneda de plata se acuñaría en piezas de 5, 10, 20 y 50 centésimos y de un peso; y las de oro en piezas de un cuarto de doblón, de medio doblón y de un doblón. Para las fracciones menores se acuñarían monedas de bronce. Mientras no se acuñara la moneda nacional, seguirían circulando las monedas extranjeras por su valor corriente: el peso de plata español y la pieza brasileña de 2.000 reis se recibirían por un peso la libra esterlina por $4,70 y el dólar norteamericano por $ 0,96.
7) ¿Dónde radica el valor del "peso fuerte" según se desprende del material? ¿Es igual en la actualidad? Averigua.
Bajo el gobierno provisorio del general Venancio Flores se dictó el importante decreto-ley del 23 de marzo de 1865, con carácter de reglamento orgánico de bancos, cuya redacción fue de Tomás Villalba, por entonces Contador General y Comisario de Bancos. Por el mismo se autorizaba el establecimiento de bancos de emisión, de depósitos y descuentos, cuyos estatutos deberían ser aprobados por el Poder Ejecutivo; los billetes emitidos, al portador y a la vista, serían pagaderos en oro sellad por un valor mínimo de $ 10, admitiéndose billetes fraccionarios hasta de 20 centésimos; la falta de pago de un solo billete importaría la liquidación del banco y no podrían emitirse por cantidad superior el triple del capital efectivo; la autorización de funcionamiento sería por 20 años renovables por períodos iguales; la contabilidad sería uniforme y en español. El gobierno no podría en tiempo alguno, y por causa de interés propio y de circunstancias políticas, imponer empréstitos a los bancos; y en sus contratos con dichas instituciones, sería considerado como un particular más. El gobierno designaría Comisarios para la inspección y vigilancia de los bancos, que quedaban sujetos a la legislación de la república.
Al amparo de esta ley se establecería el primer banco extranjero, “de Londres y Río de la Plata”, al que se agregan luego otros y las llamadas “casas de crédito” – prefiguración de las futuras “financieras”- de Legrand, Estévez, Hoffman, etc. La fuerte competencia y la inflación del crédito y de los medios de pago a los que dio lugar esta proliferación de bancos, se verían estimuladas por el excepcional movimiento de Montevideo como plaza de abastecimiento de las fuerzas brasileñas y de los batallones orientales con que Flores debió sumarse al emperador y a Mitre en la guerra contra el Paraguay.
8) Según pudiste comprender. establece la diferencia entre las funciones que cumplían los bancos del siglo XIX y los de la actualidad. Haz un cuadro donde ubiques del lado izquierdo los Bancos que menciona el texto, y en el lado derecho los bancos que tenemos en plaza actualmente.